¡¡Que no cunda el pánico!! Ya estoy por aquí para terminar de contarte todo todísimo de la parte final de «La sonrisa de Maribel». Hoy te cuento la parte inferior y prometo no enrollarme mucho e ir al grano.
En esta parte en mi opinión hay mucha chicha y mucha explicación que es más lógica que científica. Sí, se supone que todo lo lógico es, en cierta medida científico pero lo que quiero decir es que, en los «problemillas» que hubo, las soluciones no fueron de esas científicas en las que interviene la casa comercial con sus ingenieros y sus médicos especialistas, sino que nos sentamos los que íbamos a formar parte del trabajo y pusimos las ideas que nos preocupaban sobre la mesa.
Lo primero, os cuento como empezamos: Maribel tiene una clase 2 con sobremordida y además es bruxista, esto le ocasionó muchísimo desgaste en el sector antero-inferior y por lo tanto quería rehabilitarlo todo. Pero subirle la dimensión vertical y restaurar todo de golpe con la prótesis definitiva es algo que nos preocupaba. Lógicamente porque podíamos provocar un problema grave en la ATM (Articulación Temporo Mandibular) entre el Cóndilo y Maxilar. Y… ¿Cómo pensamos solucionarle esto?